lunes, 28 de febrero de 2011

Sueños en color

Un día más deseando dormir para  poder soñar con bellos paisajes, altas cumbres , colores bonitos, atardeceres rojizos, la cara de mi perro y esa  vía de escalada a pocos metros  de mi,  visualizando  los pasos  antes  de subir. Ese  diente de león que soplo,  viendo  esparcirse sus semillas  en el aire pidiendo un deseo. La sonrisa de mi mujer cuando llegamos a la cumbre con el sol reflejando en una de sus lágrimas, desprendidas por el frío y la emoción, el grajo que vuela cerca buscando las migajas del bocata de cumbre. Todo lo vi ahora, lo siento, lo huelo, lo escucho, lo veo en mi mente, por lo menos  alguna  vez lo vi, tuve suerte. Ahora  sigo viendo de otra manera, mis ojos  son ellos, mi mujer  y mi perro. Sigo sintiendo  el  paisaje, el olor de la montaña,  su frio. Percibo la sonrisa de mi mujer  y toco su lágrima. Siento el lamido de mi perro,  pero  cada  mañana  sigo  temiendo  despertar,  pues en los sueños veo…

lunes, 21 de febrero de 2011

Siempre juntos


Aún recuerdo esa bonita historia, no hicieron falta palabras, solo una mirada y la magia del lugar lo hicieron todo, una parada en el camino, una sonrisa y la sensación de conocerse de toda una vida sin haber nunca cruzado una sola palabra, el roce de sus manos levantó hasta el último vello de sus cuerpos, hicieron el amor con la mirada  y con el roce de las yemas de sus dedos se despidieron para siempre, les separó un océano, hubo cartas y crearon familias distintas, pero en el recuerdo estuvieron siempre juntos .

Historia de un vicio


Cara desencajada y mirada triste a la luz de la lumbre, noche cerrada en aquella ruina que un día fue un hogar, plásticos por ventanas, mobiliario reducido a cenizas para conseguir calor con el que calentar aquel entumido cuerpo, el susurro del viento y el sonido de tripas son su única compañía mientras espera que se caliente en la lumbre un poco de agua, en una vieja lata para poder cocinar su preciado tesoro, una patata arrugada con mas tallos que carne, la llama del  fuego se refleja en sus negros ojos tras los cuales hay una historia. Soltando una triste sonrisa al aire, acompañada de un suspiro, balanceando la cabeza de lado a lado, recuerda cuando tenia un auto y sonaba el despertador a las 7:00 de la mañana para ir al trabajo, recordaba su casa su mujer y sus dos hijos, las barbacoas con los amigos y su perro jugando en el jardín.

 -¡Joder!- soltó al aire, - ¡que mierda!- todo empezó a ir mal cuando empecé a beber, un día se me fue la mano con Matilde y la hice daño sin querer, se marchó a casa de su madre con los niños, nunca me lo perdonó. A los dos meses me echaron del trabajo por ir bebido en repetidas ocasiones y entonces todo empezó a ir verdaderamente mal. Empecé a consumir cocaína hasta el punto de darme igual todo, incluyendo mis hijos, vendí todo, el coche, la casa, la bici, todo, hasta mi ropa del trabajo. Dos años de delirio, amigos de vicio y prostitutas que desaparecieron igual que el dinero, todo echado a perder, una familia, un hogar, cambiados por una patata dos años más tarde...     
                                                                                                                                                                                                     A lo largo de mi vida he tenido la gran suerte de conocer 28 países en distintas partes del mundo América, África, Asia y Europa, en los cuales he vivido experiencias y conocido a personas de todo tipo. Esta es una de las historias que encontré en un albergue de transeúntes en chile haciendo cola para un plato de lentejas y una manzana.

jueves, 20 de enero de 2011

Al borde del abismo

Filo de navaja que ya no corta pero que un dia fué peligroso, corazón enamorado que un dia amó pero se encuentra vacío, inspiración sin palabra, llanto sin lágrimas, risas sin mueca, ganas sin gana de nada, cara sin gesto y mirada perdida, vacío y frío como un cadáver, pero aún con vida. Ilusiones, risa, amor, inspiración, emigraron de ese cuerpo para convertirse en humo, dejando un cuerpo herrante, sin rumbo, al borde  del abismo, a sólo un paso del otro lado…                                       

Caminando sobre plástico

Treintaisiete centímetros lo separan del suelo, una distancia sin sentimiento ninguno y que al mismo tiempo duelen  sin existir, pesadillas lo despiertan a diario en un sollozo aterrador como si estuviera pasando de nuevo , Nguyen despierta y en el recuerdo se ve por los campos de Vietnam, sintiendo en sus pies la hierba fresca que le acaricia mientras corre cruzando el arroyo sintiendo el frescor del agua chocando contra sus piernas y trepando a los árboles tras otros niños ,Nguyen vuelve a la realidad y mira sus piernas inexistentes y posteriormente al frente donde se encuentran apoyadas sus piernas ahora de plástico, inmóviles con sus viejos zapatos puestos, esos que tenían un agujero por el cual entraba el agua humedeciendo sus pies, que mas daba ahora ese agujero, fue todo tan rápido, un clic y sus piernas quedaron destrozadas, se arrastró unos pocos  metros gritando hasta que alguien le cogió por los brazos gritando  con rabia ,una mina … Nguyen tiene ahora trece años, las dos piernas amputadas y un tímpano perforado por la explosión, esta historia inventada es una realidad entre los campesinos de Vietnam y Camboya, mutilados por explosiones de minas aún sembradas por miles en los campos, antiguos escenarios de conflictos bélicos .

Mule

Una bonita sonrisa se dibujaba en su cara, cinco años y un secreto, su tesoro, una caja metálica oxidada de galletas con dos canicas, una blanca y otra azul, dice que son los ojos de dos piratas que encontró en la playa, una llave antigua, la cual dice pertenece al cofre de uno de los piratas, pero que no sabe dónde está y piensa buscarlo cuando tenga diez años y sea mayor.  Una pluma de faisán mágica para hacerse invisible y una caracola para escuchar el mar. Se llama Mule, vive en Nigeria y poco la queda de ese sueño para ponerse a trabajar en el campo… Esta historia inventada es la realidad de muchos niños en África, gobiernos corruptos y gigantes, que no levantan su mano, son los culpables.

¡Despierta!

Desperté estando despierto, lo sé porque sucedió mientras caminaba entre medias del bullicio de la ciudad, se hizo un silencio en mi interior, todo giraba en torno a mí, me sentí invisible, incluso me choqué con alguien adrede para poder salir de dudas sobre mi presencia. De pronto no encajaba ahí, estaba fuera de lugar, no entendía nada, era como si me hubiesen  desprogramado, nadie se miraba a los ojos, nadie parecía ver a nadie, era una situación inerte, parecía incluso una toma preparada, - ¡eso es, preparada! pensé, -claro, ahora si lo entiendo, todo es este sistema, la presión mediática, compra, no tengas sentimientos, no llores, se frio, no te expreses, trabaja, izquierdas y derechas, nace, compra, reprodúcete para comprar más y muere, que nada te asombre, es normal, sale en la televisión. Te,le,vi,sión  ¿qué es esto? Es el primer programador de humanos… ¡despierta!

Manos arrugadas

Miró sus manos arrugadas con sus ojos llorosos entreabiertos y en escasos segundos le pasó toda una vida ante sus ojos, recordó su niñez, una guerra, ser padre, sus años de trabajo, ese cuerpo joven que no se cansaba, la pérdida de su esposa  Glotilde, que buena era y las cosas que hicimos, 68 años juntos, dio un profundo suspiro y mirando al frente, soltó al aire, - creo que me voy contigo cariño, no puedo más -, un aire  frio inundó la habitación, moviendo los visillos de la ventana ligeramente. Sebastián entornó los ojos y nunca más los volvió a abrir…