Aún recuerdo esa bonita historia, no hicieron falta palabras, solo una mirada y la magia del lugar lo hicieron todo, una parada en el camino, una sonrisa y la sensación de conocerse de toda una vida sin haber nunca cruzado una sola palabra, el roce de sus manos levantó hasta el último vello de sus cuerpos, hicieron el amor con la mirada y con el roce de las yemas de sus dedos se despidieron para siempre, les separó un océano, hubo cartas y crearon familias distintas, pero en el recuerdo estuvieron siempre juntos .
Hay mucha gente a la que le da miedo hablar de estas cosas. Sigue dándole martillazos a todas nuestras conciencias!!!
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